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ENFERMEDADES

Hay un dicho que expresa que somos lo que comemos. Y tiene toda la razón del mundo. No saber de qué nos alimentamos o ser conscientes de ello y encima hacerlo puede acarrear enfermedades del sistema cardiovascular, por ejemplo.

Son aquellas que pueden presentarse por razones genéticas o prenatales en el ser humano. Son debido a infecciones causadas debido a cuerpos ajenos y envejecimiento, entre otros factores como la alimentación, el tabaquismo y el sedentarismo. Según el profesor Revuelta Soba, el 40% de la mortalidad en la Unión Europea es representado por estas enfermedades, lo que supone más de 2 millones de personas al año y un gasto en sanidad de 9.000 millones de euros en España, un presupuesto sanitario del 7,1% destinado expresamente al tratamiento de dichas enfermedades (Fundación Española del Corazón, 2011).

A continuación vamos a tratar algunas de las enfermedades.

 

Obesidad y sobrepeso

 

Según la Food and agriculture organization (FAO), el sobrepeso y la obesidad son el resultado de una ingesta energética alimentaria más alta de lo que el metabolismo puede tolerar, que se puede analizar a través del Índice de Masa Corporal (IMC).

Según datos estadísticos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los últimos años el número de casos de obesidad y sobrepeso se ha triplicado y en 2016, 1900 millones de adultos mayores de 18 años padecían sobrepeso, de los cuales 650 millones se encuentran en el siguiente estadio, la obesidad. Los niños y los adolescentes son los sectores de la población que más preocupan a la comunidad médica debido a que en 2016, 41 millones de niños alrededor del mundo eran obesos o tenían sobrepeso. Según el profesor Revuelta, tras un análisis sobre el colesterol en los colegios, los resultados apuntaron a que “la mayoría de los niños tenían cifras de colesterol malo tan altas como los adultos”. Estudios de casos de pacientes reales re

velan cómo los niños y adolescentes con obesidad comienzan a desarrollar síntomas más

convencionales en personas adultas con diabetes como el oscurecimiento y/o endurecimiento de la piel, dislipidemias.

CÁNCER

 

El cáncer es una de las enfermades que más muertes ocasiona en el mundo al año.

Según la FAO en el capítulo “Enfermedades crónicas con implicaciones nutricionales”,

el número de casos de cáncer relacionados con la nutrición es inversamente proporcional a la

reducción del consumo de comida real como frutas, verduras, frutos secos, legumbres..., es decir, cuanto menos sano comemos, más probabilidades tendremos de desarrollar cáncer.

Los más presentes en la salud pública son el cáncer colorrectal, el de mama y el de próstata. Estos tres están directamente ligados a hábitos y factores alimentarios no saludables y perjudiciales.

Según la American Cancer Society, el cáncer colorrectal es aquel que se da bien en el colon o en el recto y entre sus factores de riesgo se pueden encontrar algunos ya mencionados como el sobrepeso y la obesidad, inactividad física, ciertos tipos de alimentación como el abuso de carne roja o carnes procesadas, p

ues liberan químicos en nuestro organismo, tabaquismo,

consumo excesivo de alcohol, envejecimiento, genética o síndrome hereditario. Con esta afirmación, una vez más, se vuelven a encontrar evidencias sobre la relación intrínseca que

guarda el tipo de alimentación con la salud. El cáncer de próstata afecta a uno de cada cinco hombres en Estados Unidos según el Instituto Nacional del Cáncer (NCI).

 

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